miércoles, 14 de diciembre de 2016

Hortus Sanitatis


DEL ORIGEN INCIERTO DE LOS PIOJOS.

Fray Tomás, el fámulo del herbolario de Escalada, que llevaba desde niño viviendo en el priorato, aprendió muy pronto que resultaba peligroso mantener opiniones o creencias contrarias a aquellas que defendían los maestros.

Por eso, cuando leía en el De Rerum Natura que el piojo surge de la propia carne del hombre  y que algunos dicen que son un producto de su sudor y otros que son producto de los poros y de las evaporaciones, asentía en silencio, aunque en su interior considerara descabelllada tal doctrina.

Que no quería que algún día le ocurriera lo que dicen que pasó a un tal Hipaso, de la secta de Pitágoras, que tuvo la desgracia de descubrir  que la raíz cuadrada de dos no era un número racional (cosa que, al parecer, contravenía las enseñanzas del maestro) y resultó que, a consecuencia de tamaña nimiedad, apareció una mañana ahogado en el pilón y con las manos atadas a la espalda.



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