sábado, 11 de febrero de 2017

Hortus Sanitatis






La virtud de la engañosa flor de loto: la flor que borra los recuerdos.

Llegó Odiseo con sus hombres, empujados por los vientos caprichosos, a la isla que poblaban los hombres comedores de loto y de aquellos sus frutos melosos del olvido.

Cansados y hambrientos, algunos comieron de esos frutos y olvidaron quiénes eran, su lugar de procedencia y el ansia de volver, después de tantos años y peligros, a Ítaca, la hermosa al atardecer.

Vivieron allí hasta su muerte con otras gentes también desmemoriadas.

Pero jamás volvieron a tener ni un hogar, ni amigos, ni familia.

Que la familia, los amigos y la casa no son otra cosa que el lugar que poblamos con recuerdos.

.


1 comentario:

Beatriz Basenji dijo...

"el lugar que poblamos de recuerdos" ! Tal cual. De pronto nos encontramos con personas amigas que hace mucho tiempo no veíamos y nos dicen:"¿Recuerdas la boda de tu amiga M.E.?
Pues nó. No recordamos absolutamente nada. Luego, como es natural, nos preguntamos:¿Por qué se nos ha borrado ese acontecimiento de la memoria? Porque no lo pasamos bien y nuestros mecanismos de defensa tienden a borrar de nuestra mente aquello que nos resulta doloroso. Nuestra condición humana! Cordiales saludos.